El Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien no duda en usar métodos violentos e impunes para lograr sus objetivos, hizo ayer un curso rápido de acopio de granos en silos de plástico.
Preocupado por la decisión del campo de no comercializar su cosecha y consciente de que, si no se venden, los granos tienen que guardarse en alguna parte, el funcionario realizó consultas entre algunos especialistas y se habría reunido con directivos de la principal empresa fabricante de bolsas de plástico para ensilar. Su objetivo es desabastecer al sector agrícola de modo de obligarlos a comercializar sus productos, con el objetivo de aplicar las retenciones confiscatorias, en este momento en disputa.
Esta campaña, los productores sumarán unos 10 millones de toneladas de capacidad de acopio gracias a esa bolsa, considerada por algunos un invento argentino. Ese boom de inversión en acopio "descartable" es atribuido por fabricantes y distribuidores del producto al conflicto del Gobierno con el sector agropecuario. Por eso, el interés de Moreno en la producción, distribución y uso de estas bolsas -donde la cosecha puede guardarse hasta cuatro años- fue considerado por Alfredo De Angeli, referente de la Federación Agraria entrerriana, como una presión del funcionario. "Está apretando a las empresas que fabrican bolsas para silos, para que no les vendan nada a los productores. Moreno busca complicar la cosecha a los productores", dijo el dirigente.
Entre las entidades del campo circuló con fuerza ayer una hipotética reunión entre el funcionario y directivos de IPESA, firma que tendría una porción de este mercado del 64%. Una fuente confiable, que pidió extremo sigilo sobre su identidad, dio detalles sobre ese encuentro: "Comenzó a las 10.30, y duró unos 40 minutos", dijo esa fuente. Allí, Moreno preguntó cuál es el volumen de producción de bolsa, quiénes son los principales compradores del producto, si esta campaña ya está totalmente cubierta, si los distribuidores del interior tienen el producto en stock -además, habría pedido el listado-. "Estaba muy interesado en conocer las operaciones comerciales y en saber cuánto tiempo duran los granos ahí adentro", aseguró el informante.
Desde un despacho oficial bien informado, donde el nombre de la empresa es conocido, no desmintieron la existencia de ese encuentro.
"A nosotros nos llegó que se había restringido la importación de una materia prima -un plástico- que es fundamental para terminar la bolsa. Además, ese insumo se mueve poco y seguramente hay stock para seguir trabajando", dijo Guillermo Lardies, jefe de ventas de PLASTAR -dueña de la marca Silobolsa-, otra empresa importante en este sector.
Según el ejecutivo, ayer recibieron durante todo el día llamados y mensajes de apoyo espontáneos ante las supuestas presiones del Gobierno. "Pero nosotros no hemos tenido ninguna situación con la Secretaría de Comercio Interior", aclaró Lardies.
Preocupado por la decisión del campo de no comercializar su cosecha y consciente de que, si no se venden, los granos tienen que guardarse en alguna parte, el funcionario realizó consultas entre algunos especialistas y se habría reunido con directivos de la principal empresa fabricante de bolsas de plástico para ensilar. Su objetivo es desabastecer al sector agrícola de modo de obligarlos a comercializar sus productos, con el objetivo de aplicar las retenciones confiscatorias, en este momento en disputa.
Esta campaña, los productores sumarán unos 10 millones de toneladas de capacidad de acopio gracias a esa bolsa, considerada por algunos un invento argentino. Ese boom de inversión en acopio "descartable" es atribuido por fabricantes y distribuidores del producto al conflicto del Gobierno con el sector agropecuario. Por eso, el interés de Moreno en la producción, distribución y uso de estas bolsas -donde la cosecha puede guardarse hasta cuatro años- fue considerado por Alfredo De Angeli, referente de la Federación Agraria entrerriana, como una presión del funcionario. "Está apretando a las empresas que fabrican bolsas para silos, para que no les vendan nada a los productores. Moreno busca complicar la cosecha a los productores", dijo el dirigente.
Entre las entidades del campo circuló con fuerza ayer una hipotética reunión entre el funcionario y directivos de IPESA, firma que tendría una porción de este mercado del 64%. Una fuente confiable, que pidió extremo sigilo sobre su identidad, dio detalles sobre ese encuentro: "Comenzó a las 10.30, y duró unos 40 minutos", dijo esa fuente. Allí, Moreno preguntó cuál es el volumen de producción de bolsa, quiénes son los principales compradores del producto, si esta campaña ya está totalmente cubierta, si los distribuidores del interior tienen el producto en stock -además, habría pedido el listado-. "Estaba muy interesado en conocer las operaciones comerciales y en saber cuánto tiempo duran los granos ahí adentro", aseguró el informante.
Desde un despacho oficial bien informado, donde el nombre de la empresa es conocido, no desmintieron la existencia de ese encuentro.
"A nosotros nos llegó que se había restringido la importación de una materia prima -un plástico- que es fundamental para terminar la bolsa. Además, ese insumo se mueve poco y seguramente hay stock para seguir trabajando", dijo Guillermo Lardies, jefe de ventas de PLASTAR -dueña de la marca Silobolsa-, otra empresa importante en este sector.
Según el ejecutivo, ayer recibieron durante todo el día llamados y mensajes de apoyo espontáneos ante las supuestas presiones del Gobierno. "Pero nosotros no hemos tenido ninguna situación con la Secretaría de Comercio Interior", aclaró Lardies.